Se trata de una uveítis aguda, unilateral, recurrente y alternante. Suele afectar un solo ojo por vez,
aunque puede ocurrir que ambos estén afectados, pero en distintos estadíos.
Normalmente es alternante, con cada episodio pudiendo afectar cualquiera de los dos ojos. Hay que
advertir a los pacientes que es una enfermedad recurrente, sin que podamos conocer exactamente las
causas de estas reactivaciones. La experiencia indica que tanto el stress como el advenimiento de la
primavera son dos factores relacionados con reactivaciones.
El episodio agudo de la enfermedad transcurre con un ojo rojo y doloroso. Al examen se constata la
presencia de gran cantidad de fibrina y hasta hipopion en algunos casos, gran cantidad de células
inflamatorias finas y escasos precipitados queráticos que suelen ser muy finos, como un polvillo sobre
el endotelio.
La presión intraocular suele estar baja con respecto a la de base o en comparación con el ojo
contralateral y esta es una característica especial de la uveítis HLA-B27+.
Hombres jóvenes (3:1)
Unilateral pero alternante
Recurrente
Comienzo agudo, ojo rojo y doloroso
Precipitados queráticos finos
Gran reacción inflamatoria en cámara anterior
Presión baja
Asociación con enfermedades sistémicas (50%)
Duración: aproximadamente un mes
El diagnóstico se realiza en base a la presentación clínica. Es importante interrogar a los pacientes
acerca de antecedentes familiares de artropatías y sobre manifestaciones propias de signos y síntomas
relacionados con las enfermedades que pueden asociarse.
La espondilitis anquilosante suele presentarse con dolor lumbar o afectación de otras porciones de la
columna. Sólo si hay sospecha clínica debería ordenarse una radiografía de la articulación sacroilíaca
en la que se encuentra un borramiento de la línea interarticular. Si la sintomatología es florida deberá
derivarse el paciente a un reumatólogo para un tratamiento interdisciplinario.
La enfermedad de Reiter suele tener el antecedente de una uretritis no gonocócica, diarrea tipo
disentería y artritis. Las articulaciones más comúnmente afectadas son las de las manos, muñecas, codos
y rodillas.
El diagnóstico puede confirmarse mediante la solicitud de “tipificación de HLA-B27” y el cuadro es tan
característico en la mayoría de las veces que solamente este análisis de laboratorio puede ser
suficiente. Aproximadamente 8% de la población sana tendrá este haplotipo presente. Puede ocurrir
también que un paciente se presente con un cuadro típico de uveítis anterior HLA-B27 y que éste sea
negativo en los análisis de laboratorio, ya que su principal diagnóstico diferencial es la uveítis
anterior de origen idiopático.
El tratamiento se realizará con corticoides tópicos, preferentemente acetato de prednisolona al 1% o
difluprednato.
La dosis de comienzo en general será cada 1 hora ya que suelen ser inflamaciones muy agresivas, con la
recomendación de agitar al menos 40 veces el colirio de prednisolona.
Junto con el tratamiento antiinflamatorio está indicado dilatar la pupila con diferentes gotas de
acuerdo a la gravedad del cuadro. El objetivo será paralizar el músculo ciliar para evitar las molestias
asociadas con la inflamación y dilatar la pupila para evitar las sinequias posteriores.
En escasas circunstancias estará indicado el tratamiento con corticoides subconjuntivales o de depósito
en el espacio subtenoneano. Es importante remarcar que un 20% de las uveítis anteriores HLA-B27+ tendrán
un compromiso posterior en la forma de vitreítis, edema macular cistoideo o papilitis.
En ellos el tratamiento con triamcinolona subtenoneana 40 mg/ml es el tratamiento de elección, con una
rápida y excelente respuesta. El tratamiento sistémico no suele ser necesario en este tipo de uveítis
anterior.
Demora entre uno y dos meses en resolver por completo.
Ojo rojo agudo con inyección ciliar y conjuntival.
Gran cantidad de células en la cámara anterior.
Acumulo de células en sector inferior: hipopion.
Depósitos endoteliales finos.